Texto de Libia Posada
El retrato constituye uno de los géneros tradicionales del arte que se mantiene vigente hasta nuestros días. Desde la exploración de la subjetividad individual del modelo y del artista, hasta los intentos de objetividad de algunos fotógrafos contemporáneos, el retrato surge de cierto ámbito privado o relación de proximidad entre el creador y su "modelo". Sin embargo, aspira a tener un reconocimiento público al ser exhibido y puesto en circulación en diferentes sistemas culturales e incluso, al ser preservado en los museos, como pieza representativa de la producción cultural de una sociedad y tiempo determinados. La mujer ha sido uno de los modelos preferidos de los artistas de todos los tiempos; ha sido el pretexto de producción de millones de imágenes que nos hablan de cierto tipo de mujeres o mejor, de ciertas creencias y maneras en que el otro, generalmente hombre masculino, ve y muestra a la mujer.Dentro de las colecciones de cualquier museo, existe un alto porcentaje de imágenes de mujeres, específicamente, de retratos. Estas imágenes, productos culturales de una época, gozan de cierto certificado de existencia o aprobación, que es determinado tanto desde las instituciones que las reciben como del público que las acepta a manera de valor indiscutible.Existen, sin embargo, una serie de imágenes de mujer que se originan en cierto tipo de concertaciones sociales y públicas, pero que se ejecutan en el terreno de lo privado o del ámbito doméstico, donde además son preservadas y sometidas a un proceso de ocultamiento frente a la mirada pública. Cabe preguntarse entonces: ¿Se han hecho todos los retratos de mujer? ¿Cuáles son las imágenes de mujer que producimos como cultura y como sociedad, que aún están ausentes en el museo? A este repertorio de imágenes ausentes pertenece el rostro de las mujeres violentadas "físicamente".El proyecto EVIDENCIA CLÍNICA II, RETRATOS DE LA COLECCIÓN, plantea un ejercicio de inversión entre lo público y lo privado, entre lo que se dice y lo que se oculta, entre lo que se reconoce como producción cultural y lo que se niega como tal. Mediante la sustitución de algunos retratos de la colección del museo por fotografías de mujeres, en cuyos rostros se ha reconstruido la evidencia física de una golpiza, pretende hacerse visible las imágenes de las mujeres que han existido a lo largo de la historia, pero a quienes les ha sido negado el derecho de existencia. Es además, una especie de ejercicio de "contaminación" de la colección, mediante el cual se evidencia el síntoma de una patología colectiva que pretendemos desconocer.De otro lado, busca confrontar al espectador que asiste al museo, en actitud de plácida contemplación, con un asunto que al parecer no pertenece al terreno de los objetos bellos del museo.
El Ángel en la casa Re-tratos en el Museo Nacional
Libia Posada sustituye seis pinturas pertenecientes a las colecciones del Museo por seis fotografías de mujeres, en cuyos rostros se ha reconstruido la evidencia física de una golpiza mediante técnicas de arte forense. La artista realiza su intervención artística en la sala Federalismo y Centralismo, porque este espacio representa la contradicción entre el papel visible de los hombres en la esfera pública dada la inmensa mayoría de retratos masculinos, y la casi invisible presencia femenina restringida a la esfera doméstica en un espacio denominado: "El ángel en la casa".
Libia PosadaMujer con collar2007Fotografía digital55 x 50 cm
La realización de cada fotografía es cuidadosamente estudiada por Posada, con el propósito de crear imágenes que a primera vista hacen parte natural de la sala, pero que sobresalen porque son retratos femeninos que a pesar de cuidar la composición, la luz y los detalles del vestuario, presentan imágenes inquietantes y conmovedoras sobre la violencia doméstica. Para conseguir este objetivo, la artista conserva las dimensiones, el formato, el marco (dentro de lo posible) y la ubicación de la obra original, y presenta además, la ficha técnica del proyecto en el mismo formato utilizado para las obras de la colección del Museo. Esta obra se presentó por primera vez en el Museo de Antioquia, durante el Encuentro Internacional Medellín 07/Prácticas Artísticas Contemporáneas.
El Ángel en la casa Re-tratos en el Museo Nacional
Libia Posada sustituye seis pinturas pertenecientes a las colecciones del Museo por seis fotografías de mujeres, en cuyos rostros se ha reconstruido la evidencia física de una golpiza mediante técnicas de arte forense. La artista realiza su intervención artística en la sala Federalismo y Centralismo, porque este espacio representa la contradicción entre el papel visible de los hombres en la esfera pública dada la inmensa mayoría de retratos masculinos, y la casi invisible presencia femenina restringida a la esfera doméstica en un espacio denominado: "El ángel en la casa".
Libia PosadaMujer con collar2007Fotografía digital55 x 50 cm
La realización de cada fotografía es cuidadosamente estudiada por Posada, con el propósito de crear imágenes que a primera vista hacen parte natural de la sala, pero que sobresalen porque son retratos femeninos que a pesar de cuidar la composición, la luz y los detalles del vestuario, presentan imágenes inquietantes y conmovedoras sobre la violencia doméstica. Para conseguir este objetivo, la artista conserva las dimensiones, el formato, el marco (dentro de lo posible) y la ubicación de la obra original, y presenta además, la ficha técnica del proyecto en el mismo formato utilizado para las obras de la colección del Museo. Esta obra se presentó por primera vez en el Museo de Antioquia, durante el Encuentro Internacional Medellín 07/Prácticas Artísticas Contemporáneas.
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